¿Qué son las licencias de obra? Todo lo que necesitas saber antes de una reforma

Escrito por Marcos

27 / 05 / 2025

licencia de obras

¿Qué es una licencia de obra?

Una licencia de obra es básicamente el permiso que necesitas pedir al ayuntamiento antes de hacer reformas en casa o cualquier tipo de obra en un inmueble. Es como decirle a la administración: “Oye, voy a hacer esto, ¿todo bien?” Y si todo está en regla, te dan luz verde.

Este documento no solo garantiza que lo que vas a hacer cumple con la normativa urbanística y técnica, sino que también te protege legalmente ante posibles problemas. Da igual si vas a tirar un tabique o levantar una casa desde cero: hay una licencia para cada tipo de obra, y saber cuál necesitas te ahorrará tiempo, dinero… ¡y algún que otro susto!

Tipos de licencias de obra

Cuando decides hacer una reforma, no todo vale. Dependiendo del tipo de intervención que vayas a realizar, necesitarás una licencia de obra menor o una de obra mayor. Saber cuál te corresponde es clave para evitar problemas con el ayuntamiento (y para que la reforma no se convierta en una pesadilla).

Veamos en qué se diferencian:

Licencias de obra menor

Este tipo de licencia es la más común y fácil de conseguir. Se aplica a pequeñas reformas que no afectan a la estructura del edificio ni suponen un cambio en el uso del espacio. Hablamos, por ejemplo, de alicatar, cambiar el suelo, sustituir puertas o renovar el cuarto de baño sin mover tabiques. La solicitud suele ser rápida, con menos papeleo y, por suerte, menos dolores de cabeza.

Licencias de obra menor

Licencias de obra mayor

Ahora bien, si tu reforma implica tirar tabiques, ampliar habitaciones, cambiar la distribución o cualquier obra que afecte a elementos estructurales del inmueble… entonces estás en terreno de licencia de obra mayor. Este tipo de licencia requiere un proyecto técnico firmado por un profesional y su aprobación por parte del ayuntamiento. Es más lenta, más exigente y, sí, también más costosa. Pero es imprescindible si vas a transformar tu casa a fondo.

Licencias de obra mayor

¿Cuándo necesito una licencia de obra?

La gran pregunta que todos nos hacemos cuando queremos reformar: ¿tengo que pedir una licencia para esto? Y la respuesta corta es: depende de lo que vayas a hacer.

Si vas a realizar cambios estéticos y superficiales, como pintar paredes, cambiar grifería o montar muebles, probablemente no necesites licencia. Pero en cuanto la reforma implique modificar elementos estructurales, instalaciones importantes (como fontanería o electricidad), o alterar la fachada o distribución interior, entonces sí o sí necesitas una licencia de obra.

Como norma general, si hay ruido de martillo y polvo de escombros, llama al ayuntamiento. Es mejor consultar antes que lamentar después. No tener licencia puede traducirse en sanciones económicas, paralización de la obra y muchos dolores de cabeza.

¿Cómo se solicita una licencia de obra?

Solicitar una licencia de obra no tiene por qué ser un drama (aunque lo parezca). Con un poco de planificación y los papeles en regla, todo fluye. Lo primero es identificar el tipo de obra que vas a hacer: menor o mayor. Esto determinará los documentos que necesitas presentar.

Para una obra menor, normalmente bastará con un formulario, una descripción de los trabajos y, a veces, un pequeño plano o presupuesto. En cambio, para una obra mayor tendrás que presentar un proyecto técnico firmado por un profesional, pagar tasas municipales y esperar un poco más de tiempo para obtener la aprobación.

El proceso suele iniciarse en el ayuntamiento de tu localidad o a través de su sede electrónica. Allí te informarán con detalle y te darán los formularios necesarios. Y un consejo extra: si no sabes por dónde empezar, en Grupo Macías podemos ayudarte con todo el papeleo y ahorrarte más de un quebradero de cabeza.

¿Puedo reformar sin licencia? Riesgos y sanciones

Aunque la tentación de hacer una reforma sin pedir licencia puede ser grande, créenos, no es el camino más recomendable. Si decides tirar adelante sin la licencia correspondiente, te arriesgas a enfrentar sanciones económicas, que van desde una multa hasta el pago de la obra a su estado original, además de que la obra podría ser paralizada en cualquier momento.

Si la reforma es muy importante, como cambiar la distribución o alterar la estructura del edificio, es muy probable que el ayuntamiento te exija revertir todo el trabajo realizado. Y sí, además de los gastos de restauración, podrías perder tiempo y energía, y terminar con mucho más estrés del que tenías al principio.

Por eso, siempre es mejor pedir la licencia antes de empezar. Si te da miedo el papeleo o no sabes qué tipo de licencia necesitas, recuerda que estamos aquí para ayudarte. ¡Evita sorpresas y mejor hazlo todo por el camino correcto!

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